Encontrar el equilibrio con el embutido y la diabetes puede ser una tarea complicada. En estos casos, tener moderación y escoger sabiamente es clave. En este blog, nos sumergiremos en el mundo de los embutidos y exploraremos preguntas comunes como ¿Qué embutido puede comer alguien con diabetes?, ¿Cuánto jamón es seguro consumir?, y la importancia de controlar las cantidades.

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Con diabetes ¿Qué embutido puedo comer?

Cuando se trata de elegir embutidos para una dieta diabética, la clave está en la moderación y la selección cuidadosa. Optar por embutidos magros y bajos en sodio es esencial. Algunas opciones recomendadas incluyen:

  • Pavo o pollo sin piel: Estas opciones son bajas en grasas saturadas y proporcionan proteínas magras que son beneficiosas para el control glucémico.
  • Salchichas de pavo o pollo: Asegúrate de elegir las versiones sin grasas adicionales y controlar el contenido de sodio.
  • Jamón magro: El jamón magro es una fuente de proteínas que puede ser una opción sabrosa y moderada para personas con diabetes.
  • Salami bajo en grasa: Opta por variedades bajas en grasas y sodio. Lee las etiquetas nutricionales para asegurarte de hacer una elección informada.